Haciendo un viaje al pasado sobre los años 50, por aquel entonces los vecinos de Sancti Petri preparaban con esmero e ilusión las fiestas del Carmen en el mes de julio.
El poblado se engalanaba para la ocasión colocándose un alumbrado especial por toda la pequeña urbe. En el centro de la plaza se instalaba un escenario y una banda de música venía a tocar piezas musicales para el gozo y disfrute de los habitantes de Sancti Petri que rondaban los 2000 en época veraniega.
Las celebraciones tenían una duración de tres días siendo la jornada más especial la del 16 de julio, el día de la Virgen del Carmen. En aquellos años no existía la romería tal y como la conocemos a día de hoy puesto que la Virgen se encontraba en el propio poblado, en la Capilla de Sancti Petri. Desde ahí se hacía el traslado en parihuela por los propios trabajadores de la almadraba hacia el muelle donde se realizaba la procesión marítima con sus barcos, por ello el seudónimo de «Atunera».
La talla del Carmen tampoco era la actual, se trataba de una imagen de escayola que fue posteriormente sustituida por la imagen que conocemos en la actualidad. La actual fue encargada en unos talleres de Madrid junto con un crucificado que presidió la capilla de Sancti Petri durante varios años hasta que fue trasladado al presbiterio de San Telmo donde se encuentra actualmente. La antigua talla de la Virgen del Carmen podemos verla hoy día en uno de los altares de la Capilla de Ntra. Sra. de la Soledad.
El consorcio de Sancti Petri costeaba estas fiestas y eran los mismos vecinos los organizadores tanto de las celebraciones que se llevaban a cabo en pueblo así como de la propia procesión de la Virgen.
La decadencia del poblado a principios de los años 70, coincide con la fundación de la Hermandad que hasta entonces no existía. Esto ya sucede con la Hermandad instalada en Chiclana y erigida canónicamente en San Telmo, construyéndose la que es la sede de la Virgen del Carmen, la Capilla del Pino.
Sin duda un tradición como otras tantas por desgracia perdidas en el tiempo en nuestra ciudad. Un poblado que perdió su esencia y todo lo que quedaba de él, sin embargo, cada 16 de julio junto a la Virgen del Carmen recordamos aquellos maravillosos años de aquel poblado marinero.
Por Jorge Carmona
Fotografía: Chiclana en Fotos, Quijano y Juanma Dorante.
Colaboración: Juan José Dorante.