Culto y patronazgo de San Juan Bautista en Chiclana

Culto y patronazgo de San Juan Bautista en Chiclana

El origen del culto al Santo Precursor de Cristo en nuestra ciudad data de principios del siglo XVI, cuando ya en su honor se empezaba a erigir la principal iglesia parroquial en la villa de Chiclana (1510), según el marqués de Santa Cruz de Iguanzo. Este templo gótico tardaría en verse concluido y así lo refiere en 1561 Pedro de Medina, cronista de la Casa Ducal de Medina Sidonia. Esta lenta pero progresiva ejecución tal vez fuera en consonancia con el constante aumento poblacional de la villa en el siglo XVI, por lo que la iglesia de San Juan iría ampliándose y viéndose cada vez más enriquecida conforme avanzaba la centuria.

En lo referente al culto y patronazgo de San Juan, sabemos que fue promovido en la villa por Dª Ana de Aragón (nieta del rey Fernando el Católico), quien estaba casada con el VI duque de Medina Sidonia: Juan Alonso Pérez de Guzmán, quien a su vez estaba emparentado con el prior de la Orden de San Juan de Jerusalén (conocida también como la Orden de Malta y cuya simbología de la cruz de ocho picos puede verse en el templo, hermandad y hasta en la propia imagen).

Conviene saber cómo era el funcionamiento de las villas señoriales en la época, en las que eran los señores – en este caso los duques de Medina Sidonia – quienes tomaban las principales decisiones en sus dominios, en muchas ocasiones también las relativas a la religiosidad. Es también en esta época cuando tiene su origen otros importantes lugares de culto que hoy conocemos, como es el caso del culto a Santa Ana, cuya primitiva ermita fue erigida por mediación de la misma duquesa Dª Ana de Aragón. Y asimismo en honor de su esposo y dueño de la villa, Juan Alonso de Guzmán, se erige en Chiclana el que será el templo principal quedando éste bajo el patronazgo de San Juan (nombre por cierto de los más frecuentados por los duques de Medina Sidonia en la época).

A pesar de que la primitiva imagen de San Juan (obra de Roque Balduque, autor del retablo del Descendimiento conservado de la iglesia anterior) no fue hecha para procesionar ni tuvo hermandad que la sostuviese, hay constancia de que alguna vez lo hizo, junto a la Patrona, la Virgen de los Remedios, en procesión de acción de gracias tras el terremoto de Lisboa de 1755 por los escasos daños producidos en Chiclana.

Años después, en 1764, según consta en Actas Capitulares, en un cabildo celebrado el 22 de junio de ese año, el Ayuntamiento se comprometió a dotar de solemnidad la festividad de San Juan Bautista con tributo de patronazgo, como acción de gracias por la muy abundante cosecha de granos que tan bien hizo a los agricultores de la villa. (Algo similar al patronazgo otorgado por el Cabildo a la Virgen de los Remedios en 1738). De este modo quedaba reconocido, por parte del Ayuntamiento, el patronazgo de San Juan y ratificado su compromiso de asistir a su festividad cada año, consistente en la celebración de Misa Mayor en su día. También en el mismo cabildo se decidió colocar una efigie de mármol del santo patrono en el pórtico de la parroquia, por devoción de D. Juan López de Mena.

En 1776 y al calor del enriquecimiento de la Chiclana ilustrada comenzaría a edificarse el nuevo y majestuoso templo de San Juan Bautista, obra maestra del neoclasicismo gaditano, que sería finalmente inaugurado al culto en 1814, una vez concluida la Guerra de la Independencia y gracias a la importante ayuda y mecenazgo de los señores Conde de Maule y Antonio Pizano.

En cuanto a la primitiva imagen de San Juan, sabemos que se encontraba en la capilla del Sagrario y sería reemplazada en 1889 por la actual talla genovesa donada por el obispo Calvo y Valero procedente del convento de Santo Domingo de Cádiz y restaurada en Valencia; obra de Francesco Maria Galeano realizada hacia 1730. En un principio, al igual que la anterior, se encontraba al culto en la capilla sacramental, como consta en inventarios de la Iglesia de 1919, ocupando el tabernáculo del altar mayor la imagen de la Inmaculada Concepción.

Otro hecho destacado de la historia cultual de nuestro patrón fue el rango canónico que, como tal se le otorga en 1916 por bula papal de Su Santidad Benedicto XV, cuando quedan ratificados los patronazgos de Nuestra Señora de los Remedios y de San Juan Bautista sobre la ciudad, y que referencia a este último como patrono y protector desde tiempo inmemorial.

Por Alberto Morales (@elmuseo_cofrade)

Bibliografía: Vox Clamantis. Arte e Historia en la Iglesia Mayor de San Juan Bautista y Boletín de la propia Hermandad.

Foto: puentechico.com

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