La V. O. T. de los Servitas de Chiclana
El 30 de agosto de 1759 fue establecida la Venerable Orden Tercera (V. O. T.) de Nuestra Señora de los Dolores, fundación que completaría las iniciadas por los Servitas en la próspera área gaditana del siglo XVIII. Así, tras la fundación en 1727 de la de Cádiz, en 1759 y meses antes de la fundación de Chiclana de la Frontera, serían erigidas también las de la Isla de León (actual San Fernando) y Puerto Real.
La Venerable Orden de Siervos de Nuestra Señora de los Dolores (o Servitas) fue erigida como confraternidad mediante Carta de Patente otorgada por el entonces Prior General de la Orden, Fray José Antonio Rossi (1756 – 1762). Inicialmente establecida en la capilla del Santo Cristo, a mediados del siglo XIX la Orden pasaría a la Iglesia Mayor, a la que sería trasladada su imagen y altar (1855).
Respecto a la dolorosa titular de la Orden de los Servitas, Nuestra Señora de los Dolores, comenzaría a recibir culto en la capilla del Santo Cristo en 1748 (once años antes de la fundación de la confraternidad) y está atribuida a los escultores genoveses Antonio Molinari y Francesco Maria Maggio, siendo una de las de mayor valor artístico de esta advocación en Andalucía.
Una leyenda romántica refiere la singular belleza de la Virgen de los Dolores, en la que se dice que está inspirada en una joven (hermana fallecida del sacerdote) de la que se enamoró el escultor y quiso dejar su rostro reflejado en la imagen de la Virgen que realizaría.
La Orden Tercera de Servitas o Siervos de Nuestra Señora de los Dolores disponía de estrictas reglas donde se estipulaba que las devotas que quisieran pertenecer a la misma debían pasar un periodo de preparación y en fiesta mariana tomaban el hábito de la Orden. Desde sus inicios a mediados del siglo XVIII han quedado registrados en un gran tomo los nombres de los que ingresaron en la Orden. Incluso existe una nómina fechada el 8 de diciembre de 1800 en donde están recogidos los nombres de las monjas Agustinas Recoletas del convento de Jesús Nazareno que se incorporaron a ella. Esto refleja la gran importancia que tuvo desde sus inicios la Orden Tercera, siendo una de las corporaciones religiosas más relevantes de la época, esplendor que ha quedado también en la riqueza de sus conjuntos bordados y alhajas de los siglos XVIII, XIX y XX. Así, por ejemplo, en un escrito de 1918 donde se recogen varios aspectos relativos a la Orden, figuran como Terceros hasta 50 hombres y mujeres.
A mediados del siglo XX la Orden encarga al escultor Miguel Láinez Capote (1909 – 1980) una imagen de Jesús Nazareno bajo la advocación de Ntro. Padre Jesús Cautivo – vulgo de Medinaceli – que sería bendecido el 27 de noviembre de 1955.
Desde entonces la Orden cambiaría su carisma pasando a ser una cofradía penitencial. La Virgen, que hasta entonces procesionaba sola (primero el Viernes de Dolores y posteriormente el Domingo de Ramos) pasaría a salir antecedida por Jesús de Medinaceli. (Fue tras la reorganización de la cofradía en 1968 cuando pasaría a realizar su estación de penitencia el Miércoles Santo).
Jesús de Medinaceli, de gran veneración, recibe culto desde entonces en la que fuera la capilla de San Pedro de la Iglesia Mayor.
La cofradía de Jesús de Medinaceli y Nuestra Señora de los Dolores de Servitas continuará en el siglo XX gozando de pleno esplendor – famosos fueron en los años 40 y 50 los septenarios en honor de su titular mariana, con impresionantes altares de siete escalones que representaban los siete dolores de Nuestra Señora–. Y en 1959, conmemorando el segundo centenario de la erección de la Orden, tuvo lugar la solemne coronación de la Virgen de los Dolores; la corona, magnífica obra de Manuel Román Seco, fue donada por el pueblo de Chiclana.
Por Alberto Morales
Imágenes:
- Copia de la carta patente de fundación de la V. O. T. de Nuestra Señora de los Dolores. Cofradía de Medinaceli.
- Nómina de las monjas Agustinas Recoletas que pertenecieron a la V. O. T. de Ntra. Señora de los Dolores (8 de diciembre de 1800).
Bibliografía: Boletín de la Cofradía de Medinaceli. Especial 250 aniversario de los Servitas, 2009. J. A. Vallejo Montero
