La Semana Santa del coronavirus
El sábado 14 de marzo a las 12:00h del año 2020, el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Chiclana emite un comunicado oficial donde determina la suspensión de los cultos internos y externos de todas las Hermandades: se suspende la Semana Santa en Chiclana 2020.
Una decisión que los cofrades iban viendo venir a medida que avanzaba la Cuaresma debido a la gravedad a nivel nacional que iba tomando la crisis sanitaria del Covid19. En la semana en la que se comunicó el estado de alarma que conllevaba al confinamiento de todos los ciudadanos, pudimos celebrar el último acto de cuaresma, el nombramiento de cofrade de honor a nuestro querido Esteban Vallejo. Nuestra Iglesia Mayor fue el último lugar de encuentro donde nos reunimos los cofrades antes de que llegara la crisis sanitaria, tras esa jornada se comienzan a cerrar colegios, algunos comercios cierran hasta que finalmente se anuncia el estado de alarma en todo el país el 15 de marzo del 2020.
La Chiclana Cofrade estuvo a la altura de las circunstancias y fue una de las primeras ciudades de la provincia en suspender los desfiles procesionales. La decisión estaba tomada y finalmente se cancelaron una tras otra las celebraciones populares de la Semana Santa en todo el país, los cofrades con el paso de los días se van haciendo la idea, pero poco a poco la Semana Santa llega, una Semana Santa que no existiría nunca tal y como lo conocíamos hasta entonce y por la cual jamás olvidaremos, la Semana Santa del coronavirus.
Domingo de Ramos
Lo teníamos claro, no iba ver Semana Santa tal y cómo la vivimos y sentimos los cofrades. Nos habíamos mentalizado pero llegó la hora, llegó el momento y se sintió un vacío inmenso. El sol radiante típico de una jornada de Domingo de Ramos como mandan los cánones, ya podía haber llovido al menos, aunque sea por esta vez.
Las 17:00h de la tarde y mientras en el patio de La Salle sólo había silencio, las redes sociales eran un clamor. Emisiones en directo de los diferentes medios para simular un Domingo Ramos virtual. Skype y videollamada entre los cofrades de Borriquita, las calles vacías pero balcones llenos de palmas y olivos, carteles de los titulares del Huerto y Borriquita. Tras el vacío la unión de los cofrades, el de estar separados pero más juntos que nunca al fin y al cabo era Domingo de Ramos y había que vivirlo intensamente.
Lunes Santo
La mañana amaneció gris, nada parecido a los rayos de sol que nos aguardaban esa misma tarde de Lunes Santo. Una tarde que iba ser de las que se quedan en el recuerdo de la historia cofrade pues la Hermandad del Perdón iba a vivir su primera Estación de Penitencia. Mensajes de esperanza y ánimo por parte de los hermanos mayores de ambas corporaciones del Lunes Santo chiclanero.
A las 18:00h de la tarde sin faltar a su cita, las campanas de San Telmo comienzan a repicar, nos comienza a llegar desde las azoteas y balcones ese sonido inconfundible. Móvil en mano lleno de numerosos mensajes hablando de cómo se estaría viviendo el Lunes Santo y entre tantos y tantos mensajes un vídeo de la calle La Plaza y el sonido de San Telmo. Se hace duro, se hace extraño, el Lunes Santo tendrá que esperar para poder hacer historia.
Martes Santo
De nuevo el sol y el repique de las campanas de San Telmo como protagonistas. Nos llega también a justo a las 16:45h el eco de la campana sonando más fuerte que nunca desde la Parroquia de San Antonio. Suena la marcha “Sentenciado por Amor” en el interior de un coche patrulla de la Guardia Civil, uno de los agentes rinden homenaje frente a las puertas de la Parroquia que permanecen cerradas en este extraño Martes Santo.
A las 18:30 horas de la tarde en San Telmo los vecinos de la calle La Plaza aplauden al son de las campanas. Llegan las ocho de la tarde y se escuchan marchas por la barriada de Fuenteamarga, miles de publicaciones ya inundan las redes sociales, los hermanos de Afligidos comienza la cuenta atrás para un nuevo Martes Santo en 2021.
Miércoles Santo
Tras las primeras jornadas nos vamos haciendo la idea, redes sociales, un poco de incienso y a ver fotografías y vídeos de años anteriores, esa será la tónica habitual de nuestra Semana Santa 2020.
A la jornada del Miércoles Santo le acompañó el fuerte viento, de esos que te dejan sin una candelería encendida, sin embargo, la cera seguía encendida más fuerte que nunca en los altares improvisados que se hacían en la intimidad de los hogares. A las 20:00h de la tarde la Plaza Mayor no se pudo llenar de fieles para ver al Señor de Chiclana recorrer las calles de la ciudad que por segundo año se veía truncada su salida procesional ya que en 2019 se tuvo que suspender por motivos meteorológicos. Como dijo su hermano mayor José Manuel Carmona en la prensa, en 2019 tuvieron que salvaguardar su patrimonio artístico y en el 2020 su patrimonio humano.
Jueves Santo y la Madrugá
Chiclana empieza a vivir sus días grandes de Semana Santa desde casa, lo que serían calles llenas de afluencia de público se convierten en silencio, en establecimientos cerrados y en plazas vacías. La jornada comenzó lluviosa pero el cielo justo se despejo un par de horas antes a la que tenía prevista su salida procesional la Hermandad del Nazareno. El Convento de Jesús Nazareno permanece cerrada a cal y canto, custodiado su interior por las monjas Agustinas Recoletas donde velan por los titulares de la Hermandad de los Dolores. En una imagen histórica María Stma. de los Dolores ataviada de hebrea asoma por la rejilla de la pequeña capilla situada a los pies de la torre de la Iglesia, una imagen que los cofrades del Nazareno guardarán en la memoria para siempre.
En la Capilla de la Salle en una semana se vive una jornada de contrastes, de los niños ataviados de hebreo a los nazarenos de negro y esparto, del bullicio al recogimiento , de Cristo Rey a la Salud, del día a la noche. Por primera vez en muchos años el contraste pasó a la monotonía y el patio de la Salle seguía solitario desde el Domingo de Ramos. Una simple flor rompe ese silencio apoyada en la nueva puerta de la capilla que no pudo estrenarse en la Semana Santa 2020. La Madrugá paso de ser la noche más larga del año a la más corta de la historia.
Viernes Santo
El sol fue protagonista en la jornada de negro de la Semana Santa. La Semana Santa más atípica y extraña de la historia iba llegando a su fin y cómo colofón las puertas de la Capilla del Santo Cristo se abría de par en par aproximadamente a la hora que tenía prevista su salida procesional. De la puerta en esta ocasión no salieron hileras de nazareno verde y negro tan sólo y exclusivamente se encontraba la imponente imagen del Cristo de la Vera Cruz de pie colocado en una peana con una iglesia totalmente vacía.
Una imagen para la historia que nos dejó este Viernes Santo con el Señor bendiciendo a su pueblo como lo hiciese en aquellas procesionas rogativas o novenarios documentados desde tiempo inmemoriales. Un acto que fue también duramente criticado en redes sociales por algunas personas debido al confinamiento en el que nos encontrábamos, sin embargo, la Hermandad realizó este acto con todas las medidas de seguridad y con la correspondientes autorizaciones de la policía local.
La Hermandad de la Soledad por su parte, en la medida de lo posible y a través de sus redes sociales fue recordando minuto a minuto su jornada de Viernes Santo, desde el encendido del cirio de su proyecto Lágrimas de Vida hasta el rezo del vía crucis en la hora oficial de su Estación de Penitencia. Un Viernes Santo que ponía punto final a la Semana Santa a falta de la jornada del Domingo de Resurrección.
Domingo de Resurrección
El celeste del cielo era protagonista de una jornada de Pascua de Resurrección, a través de mensajes de whatsapp se incentivaba a los chiclaneros a engalanar sus balcones para celebrar de esta forma la Sagrada Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. La Parroquia de San Juan Bautista comenzaba la Santa Misa por la mañana a través de Facebook Live una práctica y medida donde gracias a la nueva tecnologías pudimos seguir los Santos Oficios.
Un punto final a una Semana Santa atípica, una Semana Santa que no vivimos como estamos acostumbrados pero que sentimos de forma intensa y que los cofrades que la vivimos probablemente no se nos olvide nunca.
