La Hermandad de San Juan Bautista finalizaba con su Función Principal los cultos en honor al Santo Patrón de la ciudad. Unos cultos que han estado marcados por las medidas de seguridad e higiene que conllevan esta nueva normalidad, siendo la primera de las Hermandades de Chiclana que han podido al menos disfrutar de sus cultos internos desde que se decretara el Estado de Alarma el pasado mes de marzo.
En el mes de Mayo la hermandad decidía suspender su salida procesional por motivos de la Covid19, una tónica que posteriormente se ha ido repitiendo con las hermandades del Carmen o la propia comisión de Santa Ana. La calle Bodega quedaba huérfana de una noche de San Juan, de una Chiclana cofrade que poco a poco comienza el camino hacia esa nueva normalidad aún llena de incertidumbre pero que parece que viene para quedarse.
La Hermandad de San Juan continúa su constante crecimiento desde su nombramiento como Hermandad en el año 2017 estrenando en el 2019 su nuevo paso obra de Pedro Benitez y en el que este año no hemos tenido la suerte de seguir viendo su desarrollo. Independientemente de esto la hermandad ha sabido sobrellevar la situación y ha vivido estos cultos con intensidad y devoción hacia nuestro Santo Patrón acudiendo a su advocación y ruego para superar esta pandemia.