El pasado miércoles como si se tratase de un Lunes Santo sonaron las campanas de San Telmo, ese repique que a todos los cofrades nos lleva a la gloria.
Eran las 21:00h ya bien entrada la noche, atrás quedan las largas tardes de verano y en la memoria el recuerdo de aquellos días en el que el Señor de la Piedra y la Virgen de la Esperanza iniciaban su caminar cada Lunes Santo a las ocho de la tarde-noche con las luminarias color naranja alumbrando su itinerario.
Más atrás aún en el tiempo queda aquella inspiración de aquel señor llamado Tomás Badillos para realizar la efigie del Cristo de la Humildad y Paciencia, 325 años de aquella marea que trajo al Señor a Chiclana. Tres siglos después y otras tantas generaciones de cofrades, la Hermandad Sacramental de Humildad iniciaba sus Encuentros del Señor poniendo rumbo hacia la Parroquia de San Sebastián.
La salida fue puntual y majestuosa, el buen hacer y preparación de la hermandad se hizo notar desde la aparición de la cruz parroquial en el dintel de la puerta lateral. Numerosos hermanos y hermanas con cirio acompañaron al Señor en este primer traslado, muy bien ataviados como mandan los cánones no escritos sobre vestimenta cofrade.
Además de los hermanos de cirio, el cortejo, lo seguián completando más hermanos de la propia Hermandad, presidencia, autoridades y toda la Junta de Gobierno al completo participando.
Salía el Señor en una parihuela preparada para la ocasión con faldones rojos y moldurones dorados, candelabros laterales de su propio paso procesional ,arcángeles, jarras, tulipas y relicario, no faltaba nada. Con su corona y potencias de plata, podríamos dar más detalles de la presencia del Señor en la calle pero a decir verdad, cuando el Cristo de la Piedra hace acto de presencia todo lo demás sobra e importa poco, hasta si lleva su cíngulo o no.
La cuadrilla de costaleros del Señor no podía faltar tampoco en esta ocasión especial y sin duda cumplieron con su titular con nota. Buen hacer, buena presencia y centrados en el trabajo sin más florituras. El cortejo avanzó con solemnidad por el itinerario muy bien estructurado aprovechando el recogimiento de las calles Segismundo Moret o Laja para ya encarar La Fuente camino hacia el Puente de Ntra. Sra. de los Remedios. Bonito detalle por cierto que tuvieron la Hermandad del Carmen y el Huerto recibiendo ambas a la Hermandad de Humildad en el inicio del puente y acompañándola hacia las puertas de lo que será por unos días la casa del Señor, la Parroquia de San Sebastián.
Resaltar también positivamente el trabajo de la Hermandad a nivel comunicativo en sus redes sociales, publicando cada detalle de los actos y actividades realizadas en torno a los Encuentros del Señor, sin duda un modelo a seguir en cuanto a gestión de la comunicación cofrade en estos tiempos.
El público o la piedad popular (como quieran denominarlo), acompañó durante gran parte del itinerario al Señor, que en ningún momento se vió desangelado o poco arropado. Y precisamente es aquí donde queremos dar nuestra nota negativa.
¿Donde estaba el cofrade de Chiclana ante tal acontecimiento histórico y extraordinario?
¿Sería el fresquito y la llegada del invierno? , ¿sería el horario?, ¿sería la desgana? O sería el partido de Champions entre el Real Madrid y el todopoderoso Shakhtar de la liga ucraniana…
El caso es que al público cofrade chiclanero hay que sumarle una falta injustificada a esta cita. Aún así el Señor espera sentado en su piedra paciente puesto que habrá más oportunidades para encontrarse con él. De todas formas, desde El Senatus nos preguntamos a veces si la Chiclana Cofrade está preparada o se merece este tipo de actos extraordinarios en el que el apoyo y unión de todos es imprescindible.
En El Senatus ya estamos soñando con esa mañana de 16 de octubre, ¿y vosotros?.
Foto portada: Maica Quintero