Ponemos el punto y final al mes de mayo en Bajo de Guía, Sanlúcar de Barrameda.
Es aquí donde hizo la primera noche del camino la Hermandad del Rocío de Chiclana.
Sí, ayer fué un día de emociones a flor de piel… Hoy, no es para menos….
Hoy cruzamos la Barcaza y Doña Ana se abre a nuestros pies.
“No me pidas que te explique lo que sienten mis adentros,
Es un bello sentimiento,
Es la pena y la alegría,
Es estar triste y contento,
Es soñar una semana cuando camino a tu encuentro, Rocío”
“La Barcaza está aguardando que llegue pronto ese día, que los caballos embarquen a orillas de Bajo Guía”
Me despierta el tamboril que va metido en mis venas y poco a poco pisamos Tierra Santa, relinchan los caballos… ¡No toques tamborilero! ¡No me quites la alegría de estar a las puertas del cielo!
Ya no hay vuelta atrás, el sentido del camino está más vivo que nunca y la naturaleza de Doña Ana nos muestra todo su esplendor.
El Rocío es devoción, es hermandad… y el entorno hace que cobre magia los cantes y rezos, porque el que canta… reza dos veces…
Y así llegamos al Ángelus de las 12 de la mañana, uno de los momentos más importantes del día, porque no nos cansaremos de ensalzar su bendito nombre por sevillanas…
¡A las madres hay que cuidarlas… y mimarlas… y siempre siempre hay que dar GRACIAS!
Por Merche Tucco