La antigua Cofradía del Santo Entierro de Cristo y su Stma. Madre en su Soledad

La devoción por la Virgen de la Soledad en Chiclana es una de las más antiguas documentadas en España; ya a finales del XV o principios del s. XVI existía una capilla en el mismo lugar donde se encuentra hoy, en una extensa zona alejada del núcleo urbano y que ya entonces recibía el topónimo de Ntra. Sra. de la Soledad. 

Pero de la primera cofradía de esta advocación se tiene constancia a partir del siglo XVII, concretamente en el año de 1642 en el antiguo convento de San Agustín, donde la familia de los Molina establecieron patronatos ya desde tiempo antes. Los pagos de la Soledad debieron pertenecer a los miembros de esta familia, pues fueron quienes donaron parte de sus propiedades a las monjas Agustinas Recoletas una vez que éstas llegaron a Chiclana de la Frontera en 1666. (Hay que decir que estas tierras ocupaban todo el camino que va desde el convento de las Agustinas hasta la Soledad, extensa zona de huertas donde además existieron humilladeros y pequeños santuarios). Por esos años, en 1644, el alférez D. Juan Alonso de Molina donaba bodega y casas a la cofradía hospitalaria del Nazareno de las Cinco Llagas, que en la Semana Santa de 1643 procesionó por primera vez desde el Hospital del Niño Jesús, como nos lo refieren las Actas Capitulares del cabildo celebrado el 21 de febrero de 1644, en que se hacía constar la donación de dichas propiedades a la cofradía.

Al quedar esta zona en propiedad de las monjas, la lejana capilla de la Soledad, conocida desde antiguo como la Soledad del campo, es fundada en 1642 la cofradía del Santo Entierro de Cristo Ntro. Señor y su Stma. Madre en su Soledad en el convento de San Agustín, tal y como muestra un documento donde el maestro fray Francisco Nuño, provincial de la Orden agustiniana, comunica la intención de la hermandad de comprar «el sitio de una capilla que está en la iglesia a mano derecha como se entra por la puerta de la calle […], con condición de poner la imagen de Nuestra Señora de la Soledad y las demás insignias de la cofradía y se han de poder enterrar allí los hermanos de la cofradía». La familia de los Molina, que dominaron el Concejo durante los siglos XVI-XVII, habían establecido patronatos en dicho convento, por lo que se consideran fundadores de dicha cofradía. De hecho, en el testamento de Esteban Alonso de Molina en 1655, menciona que es de su propiedad la antigua capilla que la cofradía tuvo en el convento de San Agustín.

Recientemente se han hallado nuevos documentos que nos han desvelado interesantes datos acerca de la imaginería litúrgica-procesional de esta antigua cofradía, gracias al pergamino localizado por la restauradora Carmen Arias en el interior de la imagen del Cristo yacente articulado conservado en la capilla del Santo Cristo de la Vera Cruz; un documento autógrafo del propio Andrea Cuesta, el primer escultor genovés afincado en Chiclana, que realizaría la imagen por encargo de los mayordomos de la cofradía. El documento fue transcrito por la profesora Belén Piqueras, de la Universidad de Cádiz.

Se trata de una imagen muy singular, perteneciente a la tipología escultórica de los «cristo yacentes articulados» o «Cristos del Descendimiento», ya que conserva un mecanismo para articular los brazos y cambiar su posición. Estas imágenes eran usadas en antiguos rituales litúrgicos de Semana Santa de orígenes medievales (como el Cristo de los Gascones de Segovia, el más antiguos de España); no obstante, esta tipología procede de países de centroeuropa, aunque en siglos posteriores tuvieron amplia difusión en España, en hermandades tanto de la Vera Cruz como en las dedicadas al Santo Entierro. Los cambios de liturgia produjeron también cambios estéticos y muchas de estas imágenes se sustituyeron, o les fue quitada la articulación dejándola en una sola posición.

En cuanto al autor de la imagen, el genovés Andrea Cuesta, se sabe que estuvo activo en la última década del siglo XVII, recibiendo además otro encargo en otra iglesia de Chiclana en la primera década del siglo XVIII. Pudiera ser también autor de la imagen de la Virgen en su Soledad, hoy llamada de las Angustias, venerada en la capilla del Santo Cristo; la primera dolorosa de la escuela genovesa de Chiclana.

Los artistas genoveses conformaron en la Bahía de Cádiz una escuela artística única, fruto del ambiente cosmopolita de la época, dejando notables ejemplos de su calidad escultórica en numerosos templos y en sus cofradías.

La hermandad de la Soledad, que tenía su sede en el convento de San Agustín (fundado en 1577 en la antigua iglesia de la cofradía de San Martín, de época bajomedieval), se mantuvo activa hasta el traslado de los agustinos a San Telmo en 1778. Aunque el abandono del convento por parte de los agustinos hizo que la parroquia de San Juan Bautista fuera trasladada provisionalmente a este lugar, ya que habían comenzado en esos años las obras de construcción de la nueva Iglesia Mayor neoclásica, abierta nuevamente al culto en 1814. Precisamente se vuelven a tener noticias de esta cofradía en torno a 1813, en que el Cabildo Municipal junto con el clero acuerdan retomar los cultos de la cofradía por el «abandono en que estaba la congregación o cofradía», como nos los cita el investigador Jesús D. Romero Montalbán. Se conoce por otra parte que el abandono definitivo de la sede del antiguo convento se produce a partir del año 1814 en que es reabierta la nueva Iglesia Mayor y por tanto, dejó de ejercer las funciones parroquiales que se le habían asignado provisionalmente.

A partir de entonces se reaviva el culto a la Virgen de la Soledad del campo, que no obstante, es la más antigua dolorosa de la ciudad. Ya en el siglo XIX Torcuato Benjumeda reconstruye su capilla gracias al mecenazgo del Conde de Maule, que se conoce vinculado a la Soledad y a quien también se debió el que se retomaran los trabajos de la nueva Iglesia Mayor tras la invasión napoleónica.

Por Alberto Morales

Fuentes:

Bohórquez Jiménez D.: El convento recoleto de Jesús Nazareno de Chiclana de la Frontera (1996)

Bohórquez Jiménez D.: Chiclana de la Frontera: geografía, historia, urbanismo y arte (1996).

Revista Itinerario Cofrade nº 10 (Marzo, 2002)

revistaecclesia.com

Imágenes:

Santo Cristo Yacente articulado (Archivo Hdad. Vera Cruz).

Virgen de las Angustias en su Soledad (Fotografía: Rafael Reina)

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