El Martes Santo en Chiclana se disfrutó y se sufrió a partes iguales. Días previos a la Semana Santa el tiempo marcó Lunes Santo y Martes Santo como las jornadas más complicadas y asi fué. Si ayer nos quedamos sin Lunes Santo, la jornada del Martes Santo se vivió a la mitad hasta que a las nueve de la noche aproximadamente apareció la lluvia.
La mañana del Martes Santo comenzaba con incertidumbre y con estreno en San Telmo: una nueva corona para María Stma. de los Desconsuelos.
A las 16:45h cuando estaba previsto la salida del amor llovía de forma considerable en Chiclana. La Hermandad atrasa media hora su salida. A los minutos de llover el día se abre por completo y un sol radiante ilumina el Martes Santo. El Amor se echa a la calle 45 minutos más tarde de lo previsto con su imponente misterio de estreno.
Comienza el Martes Santo en Fuenteamarga y a las 19:00h de la tarde (a la hora prevista de salida) la Cofradía de Afligidos se pone también en la calle. Con la puesta en carrrera y la marcha de Ntro. Padre Jesús de los Afligidos mientras el paso reviraba hacia el dintel de la puerta, los hombres de Alberto Henry se marcaron una gran chicotá en la salida engarzando unas tres marchas que les llevó desde San Telmo hacia el cruce de calle Nueva.
El Amor llegaba al centro con paso firme y decidido, tenía que recuperar ese tramo horario perdido. En cada revirá la cuadrilla de Cristóbal Pérez se gusta y el público se arranca en aplausos cada vez que el Señor volvía a reanudar la marcha.
Hasta el momento iba siendo el Martes Soñado con una jornada impecable. Es a las las 21:00h cuando todo pasa del claro al oscuro. Cuando Afligidos iba saliendo de estación de penitencia y el paso del Amor por el palco de autoridades apareció la lluvia.
Nervios y tensión durante esos momentos. Afligidos sobre la marcha ya con todo el cortejo fuera de la Iglesia Mayor decide seguir adelante por el itinerario más corto bajando Larga en busca de Consistución y La Plaza. El Amor a paso de agua desde Constitución avanza hacia la Iglesia Mayor pera su Estación de Penitencia y refugio.
La lluvia ceso por un momento pero volvió aparecer cuando el Amor subía la rampa y Afligidos pasaba por Constitución. Ambos pasos aligeraron su marcha para llegar a sus destinos de refugio. Una vez con el Señor del Amor ya dentro, y la Cofradía de Afligidos en la calle de Ntra. Sra. de los Remedios dejó de llover. La Cofradía de capirotes azules se recreó en la recogida que duro más de media hora tras quitarse con rapidez el tramo desde la Iglesia Mayor hasta la C/La Plaza.
Finaliza el Martes Santo para Afligidos y la Hermandad del Amor decide esperar hasta las 23:00h para tomar una decisión. Cuando todos esperabamos ya que el Amor se quedara en la Iglesia Mayor, la hermandad decidió volver a casa por el camino más corto, es decir, subiendo la Carretera Fuenteamarga. Tras la organización del cortejo y la colocación del capote al Señor del Amor, la hermandad a las 23:40h comenzó su vuelta. Una vuelta muy arriesgada puesto que el cielo no acompañaba y en otras localidades vecinas estaba lloviendo.
Acompañado por una marea de fieles y cofrades ya de regreso una vez pasada la Capilla del Santo Cristo comenzó a llover con intensidad. Esto puso nervioso a los allí presentes, sin embargo la Cofradía se mostró serena y firme con su decisión, seguir avanzando rápido hacia San Antonio.
Los costaleros del Amor, la legión de Fuentamarga en tres manos hicieron el regreso del Señor. Tardaron 45 minutos aproximadamente en volver a casa y refugiar al Cristo del Amor de una lluvia incesante durante casi todo el trayecto de vuelta. Afortunadamente nos libramos de ver imágenes como las de ayer en Jerez o Cádiz aunque a todos se nos quedará ya en la memoria la estampa del Señor del Amor de vuelta con el capote puesto. Finalmente a las 00:30h llegaba la Hermandad del Amor a casa, su hermana mayor emocionada una vez en el interior del templo agradecía a los hermanos el esfuerzo y apoyo a su decisión. Se daba por concluido este Martes Santo.
Un Martes Santo que tuvo claros y también oscuros. Sol y lluvia. Amor y Afligidos.
Por Jorge Carmona