En la jornada de ayer los cofrades volvieron a vivir y sentir lo que es ser cofrade. Los olores, sonidos y sensaciones que parecían olvidadas volvieron a la memoria tras dos años de dura pandemia sin Cofradías en las calles.
La jornada comenzaba a las 19:00h con la apertura de puertas de San Telmo y con el Señor de los Afligidos abrazando a su cruz solo en una parihuela cedida para la ocasión por la Hermandad Columna de San Fernando. El cortejo comenzaba su andadura unos quince minutos más tarde de lo previsto sin embargo, la Cofradía de Aflgidos estuvo acompañada en todo momento tanto en la ida como en la vuelta de este Vía Crucis.
Sorprendente el recogimiento y solemnidad con la que se ponía la Cofradía en la calle especialmente en la salida, obteniendo el silencio absoluto y respetuoso del público allí presente.
Sin duda podemos decir que lo más destacado de la jornada es la participación y la gran afluencia de público a pesar de que la jornada a partir de la tarde noche fué bastante fria en cuanto a climatología, algo que demuestra que los cofrades y chiclaneros echaban de menos a sus Cofradías en las calles.
El Señor fue acompañado por capilla musical en todo momento, algo muy comentado durante la tarde puesto que en un principio iba ser acompañado por camerata musical sin embargo en última instancia fue el obispado el que denegó este acompañamiento. En cambio, en la localidad vecina de San Fernando la Hermandad de Tres Caídas si que fue acompañada por camerata musical, en definitiva, el decreto del 2001 se aplica para unos y otros según criterios aún que desconocemos.
El formato del vía crucis con los traslados de ida y vuelta que se realizaba por segunda vez, sin duda todo un acierto por parte del Consejo Local de Hermandades y Cofradías en el que en el interior de la Iglesia Mayor se le da la seriedad y solemnidad que necesita este ejercicio. Eso sí, quizás haya que ajustar mejor los horarios e itinerarios puesto que en el traslado de ida el discurrir de la Cofradía fue muy lento con numerosos parones para ajustarse al horario de llegada previsto. También a mejorar la uniformid de los participantes en el cortejo procesional, especialmente la de los hombres que portaban la parihuela.
La Cofradía de Afligidos también iba de estrenos en esta jornada especial, pues el Señor lucía nueva túnica burdeos confeccionada por el nuevo vestidor de la hermandad Jaime Zaragoza. Apreciar también el acompañamiento de mujeres de mantilla, algo que nunca se había visto en la celebración de un Vía Crucis.
En definitiva, una jornada espléndida para volver a sentir a las Cofradías en la calle, un vía crucis que tiene ya sabor a Semana Santa, una Semana Santa que está a la vuelta de la esquina.