A falta de la tradicional misa de apertura, ayer con la festividad de la Patrona, se puede dar por iniciado este nuevo y complicado curso cofrade. Fue una jornada esplendida, donde todo nos hizo recordar a tiempos pasados que fueron mejores excepto por la gran y principal ausencia que todos sabemos.
Uno de los momentos que no pueden pasar desapercibidos de dicha jornada, fueron las directas y contundentes palabras que el presidente del Consejo D. Antonio González propinó a nuestro Señor Obispo.
Al término de la misa el presidente se dirigió a los allí congregados para expresar dos inquietudes que la mayoría de los cofrades chiclaneros compartimos. La primera de ella fue pedirle la tan ansiada y merecida coronación canónica de nuestra Patrona, asunto que está en el clamor del pueblo chiclanero y que solo su excelencia puede conceder. Pues está en las manos de nuestro Obispo –y nunca mejor dicho- tan dichosa efeméride.
Y el segundo mensaje, y no por ello menos importante, fue el de la ingente necesidad de volver al culto externo. Sin rodeos protocolarios, ni perdiéndose en palabros, el presidente del Consejo remarcó la importancia de estos actos públicos que se vienen haciendo a lo largo de la historia y del carácter evangelizador de estos, que tan necesarios son en nuestra sociedad actual. El final de su intervención se vio colmada por un atronador aplauso por parte de los fieles que asistieron a la función principal.
Sin duda, el presidente del Consejo D. Antonio González ha vuelto a demostrar que es la voz autorizada de los cofrades chiclaneros. En unos tiempos tan difíciles para nuestras cofradías donde nos sentimos abandonadas, creemos que es de justicia reconocer la valentía y el liderazgo asumido por nuestro presidente, que no hace más que mantener viva la llama de la esperanza en que pronto veremos a Dios y a su Madre bendiciendo las calles de nuestra ciudad.