Llegó la jornada del Jueves Santo la del Nazareno de Chiclana en una Semana Santa que la verdad no nos gustaría repetir nunca.
Día del Amor Fraterno y comienzo del Triduo Pascual, la Hermandad del Nazareno presentaba a sus titulares a un lateral del Convento Jesús Nazareno de la misma disposición que hemos visto alguna que otra vez en montajes de cultos cuaresmales.
Durante toda el día se noto el tirón devocional de la imagen de Jesús Nazareno, fueron muchas personas las que realizaron su visita al Señor al igual que la jornada anterior para dejar miles de peticiones más necesarias que nunca.
Se vieron también ofrendas florales a los pies del Señor de la misma banda del Cristo o la de la propia Peña de Costaleros Nazareno.
Y tras la visita a los titulares de la Hermandad del Nazareno, era obligada la subida por la cuesta Hormaza hacia La Salle al encuentro de la imponente talla del Santo Crucifijo de la Salud.
En una Semana Santa normal hablariamos y diriamos la archiconocida frase de: «una jornada de contrastres», pero en esta Semana Santa no podemos decir esto, sin embargo, los hermanos de Borriquita se han esmerado por presentar una escena totalmente diferente al Domingo de Ramos presentado al crucificado como protagonista principal de la jornada y situandolo acertadamente en el centro de la Capilla.
Otra de las decisiones acertadas que pudimos ver a lo largo de la jornada es el Vía Crucis celebrado en el interior del patio del Colegio de La Salle con la imagen del crucificado academico portado a hombros y realizando las estaciones del mismo por todo el patio de La Salle.