En plena pandemia del coronavirus y a más de 30º grados en la jornada de ayer, pudimos comprobar en el punto más alto de la ciudad, que la devoción que se le profesa a Santa Ana no da lugar a ninguna duda.
A pesar de no poder realizar su salida procesional, la ermita contó con numerosas visitas de fieles ataviados con sus mascarillas y ramos de flores en mano para ofrecer así sus rezos y plegarias a Santa Ana. El hormigueo de personas subiendo el cerro de Santa Ana fue constante durante toda la jornada, siendo a primera hora de la mañana y última de la tarde donde se contemplar un mayor número de fieles coincidiendo con las horas de menos calor.
Por su parte la comisión de Santa Ana que venía celebrando la Solemne Novena, celebró la Función Solemne dedicada la onomástica de San Joaquin y Santa Ana a las doce del mediodía en la Parroquia de San Juan Bautista.
Ellos han sido también los encargados de realizar el altar efímero a las puertas de la ermita, altar que recordaba a aquellos años cuando Santa Ana dejó de procesionar y realizar su romería, una estampa que se volvió a repetir de nuevo por estas circunstancias extraordinarias que vivimos actualmente.
Santa Ana, salió a las puertas de su ermita para bendecir a su pueblo desde lo más alto de la ciudad, Chiclana no faltó a su cita del 26 de julio a pesar de la pandemia.
